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Ideario de Castilla Comunera

El siguiente ideario fue publicado originalmente el 1 de agosto de 2021:

  • Castilla es una parte inseparable de España y el castellano su idioma.
  • Castilla fue partida y dividida a petición de los perversos nacionalismos e independentismos periféricos de España. Sus territorios partidos deben reunificarse en una única comunidad.
  • Los Comuneros de Castilla estaban al servicio de la reina Juana, injustamente encerrada por su padre y luego por su hijo (ninguno castellano) que aún no era el sucesor de este reino. Por tanto y en origen eran monárquicos y católicos y defendían todos los valores que esto representa (esto es tradicionalistas). Por tanto, cualquier intento de unir a los Comuneros con movimientos comunistas, socialistas, separatistas o derivados es ridículo y desde aquí lo rechazamos.
  • América fue descubierta por Castilla y financiada su expedición por la reina Isabel y por tanto, Castilla es el origen de la Hispanidad.
  • El castellanismo que defendemos es el de la tradición, la cultura castellanas y por supuesto el fin de la separación de las regiones castellanas y su unión, para consolidar una Castilla fuerte en España y así mismo, una España fuerte gracias a Castilla.
  • Somos liberales en lo económico y religiosos en lo social.
  • La filosofía clásica y el pensamiento y culturas cristianas son uno de los pilares de la civilización occidental. Sin él no habría arraigado el pensamiento occidental. Borrar nuestras raíces cristianas, en aras de una mal entendida tolerancia, nos hace perder nuestras defensas morales como sociedad, por ejemplo, frente a amenazas como el fundamentalismo islámico, no así el legado que los antiguos reinos musulmanes de la península nos legaron.
  • El bien y el mal existen. No todo es relativo ni puede estar sometido a la opinión de la mayoría. Es imprescindible crear diques para frenar los abusos de los poderosos contra los indefensos. El relativismo moral es una amenaza para la sociedad, pues permite a los poderosos avanzar en la destrucción de las barreras que les impiden minar nuestras libertades.
  • Todos los seres humanos somos iguales en dignidad, sin importar la raza, nacionalidad, edad, sexo, estado de salud, discapacidad o cualquier otra condición. Tengo esta convicción como cristiano, pues todos somos hijos de Dios y por tanto hermanos.
  • Matar a inocentes es un crimen, sea cual sea su condición. También lo es la eliminación violenta de los miembros más inocentes e indefensos de nuestra sociedad: los hijos por nacer. La aceptación social del aborto es la prueba de que nuestras democracias están fallando a la hora de proteger a los más débiles, precisamente por haber erosionado las bases morales que llevaron a nuestra sociedad a crear diques jurídicos para proteger esos derechos.
  • Como es y era tradición en Castilla; la familia es la célula básica de la sociedad. El Estado debe reconocerla, ampararla y favorecerla, pues es una institución imprescindible para nuestra supervivencia como sociedad.
  • Los padres tienen el derecho a decidir el tipo de educación que desean para sus hijos, tanto en su formación moral, como en la lengua de escolarización y el modelo docente que prefieren.
  • Nuestros mayores merecen cuidado y respeto. Si hay alguien que se ha ganado el derecho a ser escuchado en nuestra sociedad es aquel que le ha dedicado toda una vida de trabajo.
  • Castilla siempre apostó por la libertad, la hidalguía y el honor (Primus inter pares), y la falta de estos acaba abriendo sus puertas al totalitarismo e independentismo.
  • Las ideologías totalitarias que representan el mal en su máxima expresión. Han causado la muerte a millones de personas y han sometido a naciones enteras al terror y la opresión. La falta de libertad no puede ser neutral ante esas ideologías: tiene el deber de combatirlas.
  • España en general y Castilla en particular, es el resultado de siglos de convivencia en común. Tenemos el deber moral de preservar esa herencia por la que tantos sacrificios asumieron nuestros antepasados. Tenemos el deber de engrandecerla y de transmitir a las generaciones venideras ese valioso legado.
  • El libre mercado es la forma más justa y eficaz de alcanzar la prosperidad y satisfacer nuestras necesidades como sociedad. Eso es compatible con la existencia de leyes para garantizar los derechos de empresarios, trabajadores y consumidores.
  • El Estado debe orientarse por el principio de subsidiariedad, absteniéndose de intervenir allí donde la sociedad se basta para cubrir sus necesidades con sus propios medios.
  • Las políticas fiscales no pueden basarse en la usurpación de una parte considerable de la riqueza nacional para perpetuar un modelo elefantiásico de Estado, cada vez más enfocado a servir a los propósitos personales o partidistas de los gobernantes que a lograr el bien común. -“Lo que de Castilla saliera a Castilla a de volver“-
  • Las Fuerzas de Seguridad del Estado y las Fuerzas Armadas son nuestros guardianes frente a quienes amenazan a nuestra sociedad. Policías, guardias civiles y militares han asumido el compromiso de defendernos incluso a riesgo de sus propias vidas. Les debemos gratitud, así como un sueldo digno y la garantía de que ellos y sus familias no se verán abandonados al cabo de muchos años de servicio a la sociedad.
  • Debemos cuidar nuestro patrimonio cultural y natural, no sólo mediante leyes, sino también mediante nuestra acción personal, impidiendo que por acción u omisión sea dañado con prácticas incívicas. No obstante, no debemos caer en el error de otorgar derechos humanos a los animales, un absurdo que implicaría la prohibición de actividades necesarias para nuestra subsistencia como la ganadería, la pesca.