Etiqueta: Ordoño I

  • Rodrigo, El primer Conde de Castilla

    Rodrigo, El primer Conde de Castilla

    Rodrigo (murió en el año 873, se desconoce su nacimiento) fue un noble y primer conde de Castilla que gobernó entre los años 860-873. Algunos investigadores lo suponen hijo de Ramiro I de Asturias y Paterna, su segunda mujer, por lo que sería hermanastro de Ordoño I. Sin embargo, su filiación como hijo del rey Ramiro no consta en la documentación medieval y, además, es improbable que un hijo de un matrimonio que se celebró no antes de 842 haya repoblado Amaya en 860, aunque debido a las misiones que le fueron encomendadas, es muy probable que fuese una persona muy cercana a la familia real.

    Vida y gobierno

    El rey Ordoño le encomendó el gobierno de la marca oriental del reino de Asturias, el territorio que los árabes llamaban Al-Qila, «los Castillos», que anteriormente había sido conocido como Bardulia. misión que acometió con una gran libertad de acción unida a una fidelidad ejemplar al monarca.

    «Hasta este momento no conocemos el nombre de ningún conde de Castilla ni cual era la situación administrativa de esta parte importante del reino astur, si estaba vinculada a Álava constituyendo un condado formado por Álava y los Castillos o si Castilla era un condado y Álava otro.»

    En 860 repobló Amaya —la ciudad patricia, llamada así por haber sido la capital de una de las ocho provincias del reino visigodo de Toledo— que había sido conquistada en 711-12 por Táriq: In era DCCCLCLVIII populavit Rudericus comes Amaya et fregit Talamanca y construyó una muralla con torres alrededor de la ciudad.

    Luchó al lado de Ordoño I contra los musulmanes en distintas batallas, destacando la de Morcuera en 863 donde las tropas musulmanas resultaron victoriosas​.

    El rey Ordoño falleció el 27 de mayo de 866 y fue sucedido por su hijo Alfonso, que en esas fechas tenía unos dieciocho años de edad. Alfonso fue destronado y se refugió en Castilla. El conde Rodrigo entró con sus huestes en Asturias para apoyar al joven rey y permaneció ahí algún tiempo al lado de Alfonso.

    Entre los años 867 y 868 sofocó la rebelión del magnate alavés Egilón y obtuvo el gobierno del condado de Álava, territorio que rigió hasta en torno el 870. A partir de 880 aparece Vela Jiménez como conde de Álava. Tras su muerte le sucedió en el gobierno de Castilla su hijo Diego Rodríguez Porcelos.

    Territorio

    El señorío del conde Rodrigo, según fray Justo Pérez de Urbel, quedaba limitado al norte por las montañas de Santander y al sur por la línea de fortalezas levantadas sobre el Ebro, comprendiendo al occidente los montes de Brañosera, Reinosa y Campoo, «donde antes habíamos visto actuar a Munio Núñez»; en el centro, los valles de Bricia, Sotoscueva, Villarcayo y Valdivielso; y en el este, el valle de Tobalina hasta Larrate, hoy Puentelarrá. Esta zona protegía la entrada de los invasores sarracenos y estaba erizada de fortalezas. Incorpora al condado los valles de Mena y Losa.

    Documentación

    A pesar de la existencia de un documento fechado en 852 en el que aparece el nombre de Rodrigo como conde de Castilla, esta carta es una falsificación. Por ello se considera que el primer documento, más o menos fiable, en realidad es de 862.

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  • La batalla de la Morcuera

    La batalla de la Morcuera

    La batalla de la Morcuera fue una batalla librada en el desfiladero de la Hoz de la Morcuera, situado entre Foncea y Bugedo, muy cerca de la ciudad de Miranda de Ebro, el día 9 de agosto del año 865, entre las tropas cristianas de Ordoño I Asturias y su hermanastro, Rodrigo, primer Conde de Castilla y los musulmanes de Mohamed I de Córdoba saldándose con la derrota para las tropas cristianas retrasando así el avance de la Reconquista.

    Contienda

    En el año 865, Mohamed I atacó el Reino de Asturias durante el reinado de Ordoño I por el desfiladero de la Hoz de la Morcuera, defendido por el conde castellano Rodrigo. El ejército cordobés sorprendió al ejército leonés en el valle de Miranda de Ebro llegando hasta Salinas de Añana. Tras saquear la zona Rodrigo de Castilla intentó cortar la retirada musulmana en Pancorbo, pero los cordobeses se percataron de la estrategia y escaparon por la cuenca del río Oja.

    Esta derrota de los cristianos supuso un freno en la repoblación de la Meseta Central, tarea que tendrá que proseguir su hijo Alfonso III, quien se enfrentará además con un sector de la nobleza asturiana cuyas ambiciones de poder no se habían apagado. Mohamed I aprovechó la debilidad de los cristianos por haber perdido las fortalezas de Cerezo Río Tirón, Ibrillos y Grañón para enviar nuevas acometidas en el año 866 y 867.

    El historiador musulmán Ibn Idari cuenta en su libro al-Bayan al-Mughrib la historia de la siguiente manera:

    En el año de 251 [en era cristiana: 2 de febrero 865] se hizo una nueva campaña contra Álava. He aquí el relato de la derrota del Markawiz ¡Alá le confunda! Abd al-Rahman ibn Muhammad comenzó por avanzar hasta el Duero, donde organizó las tropas que vinieron a unírsele desde todas partes; de allí llevó su campo al desfiladero de (Río) Paradiso, se apoderó de los cuatro fuertes que la defendían, tomó cuanto contenían y los arrasó; después marchó de una parte a otra en todas direcciones, no dejó en pie ninguna localidad ni habitación alguna, lo destruyó y lo quemó todo. Gracias a este método (de arrasamiento intensivo) sistemáticamente seguido, no permaneció intacto uno solo de los castillos pertenecientes a Rodrigo, príncipe de Al-Qila (los castillos o Castilla); a Ordoño, príncipe de Tuqa (Oca); a Gundisalbo, príncipe de Burcha (¿Burgos?), y a Gómez, príncipe de Mesaneka (?). Abd al-Rahman se dirigió en seguida contra Al-Mallaha (Salinas de Añana), que era uno de los más grandes distritos que dependían de Rodrigo; arrasó todos los alrededores e hizo desaparecer hasta las huellas (de la capital).Tras obtener semejantes éxitos pensó en salir (del país) por el desfiladero de Al-Markawiz (La Morcuera). Se había apartado (de Al-Mallaha) para acampar cuando Rodrigo, avanzando a la cabeza de sus tropas y de las levas que había reunido, instaló su campo cerca del foso vecino del Markawiz, foso cuyos accesos, desde hacía años, se había cuidado de hacer más difíciles mediante trabajos ejecutados por medio de corveas; separado de la montaña y provisto de un talud elevado, era infranqueable. Abd al-Rahman instaló su campo sobre el Ebro y el general Abd al-Malik situó sus tropas en orden de batalla, mientras que los cristianos tomaban igualmente sus disposiciones y colocaban tropas en emboscada en los dos flancos del desfiladero. Los musulmanes atacaron a los cristianos de frente y comenzó un combate encarnizado; pero los nuestros se batieron de tal suerte que sus enemigos, descubriendo el foso, se retiraron sobre una colina vecina. Entonces Alb al-Rahman hizo instalar su tienda y dio órdenes a los soldados de hacer otro tanto y de establecer campamento. Después los nuestros volvieron a atacar vigorosamente a los cristianos. Alá les golpeó en el rostro y nos entregó sus espaldas de modo que se hizo de ellos una horrible matanza y que gran cantidad de prisioneros quedaron en nuestras manos. El resto huyó, sin detenerse, hacia la región de Al-Ahrum (Haro) y debió arrojarse al Ebro sin poder encontrar un paso vadeable, por lo que muchos se ahogaron. La matanza duró desde la aurora del jueves 12 Rachab [9 de agosto 865] hasta mediodía, y nuestras tropas, gracias a la ayuda divina, salieron sanas y salvas del combate. Después de comenzada la matanza, algunas bandas lograron refugiarse en lugares abruptos y en las espesuras; pero no escaparon tampoco a la persecución y la muerte. El foso fue destruido y llenado, de suerte que los musulmanes pudieron atravesarlo sin peligro y cómodamente. Alá concedió a los musulmanes un insigne favor al permitirles obtener esta brillante e importante victoria; ¡alabado sea el Señor de los mundos! Después de la batalla se reunieron veinte mil cuatrocientos setenta y dos cabezas.

     

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